La Plaza de Toros tinerfeña, fue inaugurada en 1893 por Luis Mazzantini y "Lagartijillo" y desde entónces hasta hoy fue escenario de grandes acontecimientos taurinos y de toda índole, artísticos,deportivos, sociales y culturales. Por su ruedo, muy querido por los toreros, han pasado casi todas las grandes figuras de la tauromaquia, y ha sido impulsora de carreras de diestros de la talla de Miguel Márquez, Luis Francisco Esplá entre otros y de los toreros canarios que se han formado en su ruedo con éxito. Ubicado en pleno corazón de la ciudad, en plenas Ramblas y de todos los ciudadanos de bien es sin duda uno de los edifícios más antiguos, entrañables, queridos y arraigados a su história.
Muy coqueta y confortable, y equipada con una de las mejores enfermerías de las existentes en las plazas de su época. Con amplios corrales y dependencias, que están destruyendo a diario. ¿Quien está detrás de todo esto?....
El sitio donde está emplazada es muy "goloso", y se está intentado hacerla desaparecer, cuanto antes mejor, argumentando la prohibición inexistente de la fiesta brava en Canarias de sobra ya conocida por todos, y no es de extrañar que estos deterioros esten siendo realizados con la única finalidad de crear una mala imagen del recinto que produzca el rechazo popular, y que se caiga "por si sola"... pero que, debe ser restaurado y devuelto a su función inicial para la que fue construída, que es principalmente PLAZA DE TOROS, que a su vez de cabida a otros eventos y actividades, como así fué durante su periodo de actividad y esplendor.
Invitamos a todos, ciudadanos y cuantos quieran comprobar por si mismos la alarmante y vergonzosa situación de nuestra querida plaza , a darse un breve paseo por la rambla y mirarla con detenimiento.
Urge que las autoridades municipales, (Alcálde y jefes del departamento de Urbanismo, Sanidad, Cultura, etc. se impliquen de inmediato y exijan a sus propietarios y a quien corresponda, su urgente restauración y pintado y la devolución su estado original, de una vez por todas y su conservación en buena condiciones de uso y que este querido recinto merece, y que se vigile y sancione debidamente a los autores sean quienes fueran de tales agresiones a la estructura y de la tremenda suciedad de un inmueble que por su antiguedad, ubicación y su indiscutible história merece el honor y el privilegio de ser conservado por todos.
